“T.:Todo empieza en un barco.

I.: Sí, en un barco, sí.”

Tristán e Isolda se conocen en un viaje de negocios, él es el mejor amigo del marido de ella.

“I.: [...] Nos conocíamos. Bromas. Usted entiende. Todos los adultos hacemos bromas [...]

¿Cuándo una broma deja de ser broma? No sé. ¿Cuándo los asuntos livianos se tornan serios?

¿Cuándo? ¿Cuándo es el límite?”

...Y surge un amor imparable. No es una historia épica o idílica, hablamos del AMOR de dos personas adultas que se atreven a vivir su pasión a pesar de los tabúes. Una relación dolorosa y placentera. Entre la culpa y el deseo.

Les acompañamos en su viaje emocional, a través de la tormenta, el fuego, el sexo... amamos, discutimos, lo damos por perdido, olvidamos y volvemos a comenzar...

“T.: déjame tocar tus pechos. 

I.: [...] Tú estás loco...

T.: [...] Nada extraño tanto como tus pechos.

I.: [...] Ya casi nos habíamos olvidado...”

Una historia cíclica, inolvidable, que entre la risa y el llanto, siempre te deja con ganas de más.